Flor de Yucayo, la bella,
al nacer me ha copiado
Yumurí en su cristal.
Es ese río el espejo
donde ansío mi rostro
por siempre reflejar.
Ven, oh mi amor, a la orilla
de este río de oro
con tus flechas y con tu caney.
Ven y verás como el río
con sus aguas solloza
las quejas del ciboney.
Ven, oh mi amor, a la orilla
de este río de oro
con tus flechas y con tu caney.
Ven y verás como el río
con sus aguas solloza
las quejas del ciboney.
Ven ya que ardiente te espera
la flor de tu Yumurí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario